Recursos
y Procedimientos en la Formación de la Dicción Pictórica de José Pancetti
Fabio De Macedo [1]
DE MACEDO, Fabio. Recursos y Procedimientos
en la Formación de la Dicción Pictórica de José Pancetti. 19&20, Rio de Janeiro, v. V, n. 3, jul. 2010. Disponível
em: <http://www.dezenovevinte.net/obras/pancetti.htm>.
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* *
Introducción
1.
El
presente artículo es un fragmento de la tesis doctoral “El Pintor Pancetti y su Proyección en el Arte Social”, presentada en
la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la Universidad Politécnica de
Valencia, en España, en el año 2010. El artículo analiza la obra del artista
con vistas a un encuadramiento ordinario de sus elaboraciones pictóricas,
teniendo como objeto una recopilación del conjunto de su obra, con el fin de
desmenuzarla, a partir de imágenes recogidas de diversas fuentes. El estudio
busca clasificar dicha obra desde sus aspectos generales, pasando por los
procedimientos y recursos, hasta la consolidación de su dicción pictórica.
2.
Tal
dedicación es consecuencia del discernimiento de que dicho autor y su obra
siguen pendientes de análisis criteriosos, con lo que se busca una comprensión
adecuada de la obra de Pancetti, en el contexto de las artes plásticas
brasileñas, de la primera mitad del siglo XX.
3.
Alagar
su obra está muy lejos de la propuesta asumida en este trabajo. Ya que aquí el
gran reto consiste en el analizar la obra de Pancetti
con la máxima exención a fin de permitir la comprensión más adecuada de sus creacciones y de no desvirtuar el trabajo, lo que suele
anular esfuerzos de algunos investigadores de arte. Asimismo, determinados
análisis inevitablemente se revestirán de cierta vibración con el objetivo de
expresar el placer estético que determinada obra puede producir, como también
de extenderlo y compartirlo con el lector, si acaso alcanzado durante la
experiencia que aquí se desarrolla. Este hecho escapa al control cuando el
encanto de escribir se alcanza en el intento de recriar el fenómeno logrado por
el artista en determinada obra.
4.
Entendido
esto, la investigación parte del supuesto que el pintor ha recorrido un largo
camino para edificar su obra, para lo que ha sido necesario realizar avances y
retrocesos, derivados de la propia condición del artista al colocarse ante los
obstáculos que le imponen el arte de la pintura. Por ello, se considera
propósito del trabajo alzar además, desde el principio y con la máxima
franqueza, los descaminos pictóricos del pintor, cuya obra sirve de lección a
la historiografía del arte brasileño, tanto para los artistas como para los
aspirantes, y se revela a través del carácter muy humano de un pintor que legó
a la humanidad todo de sí por medio del arte de la pintura.
5.
El
trabajo realiza una revisión en la literatura especializada, apoyándose en
fuentes, como catálogos, informes y una considerable suma de notas de prensa
sobre Pancetti. Fueron objeto de análisis además, sus
manuscritos, como cartas, diarios y los apuntes de los dorsos de sus cuadros.
Así como diversas entrevistas realizadas a personas relacionadas con el pintor
y relatos varios.
Aspectos
generales
6.
Al
examinar la obra pictórica de José Pancetti, no
resulta complicado opinar que, diferenciándose de la mayoría de los artistas de
su generación y a pesar de haber alcanzado una formación tardía, el artista
ancló su sangre creadora en un puerto singular, contraponiéndose casi siempre a
la exigua asistencia de que disponía. La obstinada insistencia en desarrollar
su lenguaje trazando caminos propios, firmándose poniendo en relieve el confito
entre lo intuitivo y lo técnico, es algo fácilmente revelado a través de
aparentes tropiezos en los recursos expresivos que contienen sus lienzos.
7.
Tampoco
se está de acuerdo con el juicio de que Pancetti es
un pintor autodidacta, vista su participación en el Núcleo Bernardelli, cuya experiencia didáctica en la enseñanza
artística protagonizó el episodio de la implantación del arte moderno en
principios del siglo XX, como se ha analizado ya en el estudio “Núcleo Bernardelli: Una
Enseñanza Artística Liberadora En La Construcción Del Arte Moderno En Brasil”[2]. Otro tema con el que no coincide la
investigación, dice respeto a un supuesto período académico del pintor. Por un
lado, debido a la citada orientación adquirida de los nucleanos[3], lo que obliga a volver al citado estudio, donde
se reveló el carácter revolucionario de su ejercicio artístico en aquél
contexto de la primera mitad del siglo XX, es decir, que no hubo allí, bajo
diversos aspectos, los tradicionales métodos de enseñanza pictórica.
8.
Por
otra parte, desde todos los ángulos investigados, no se revela la presencia de indicios que permitan sostener que a Pancetti le apeteciera convertirse en pintor académico y su
obra tampoco es sintomática de dicho carácter, sino que todas las indicaciones
vislumbradas dan prueba de su irritación respecto a los procedimientos
académicos de los cuales los nucleanos no conseguían apartarse completamente, como son la rutina de pintar con
modelos y el mantenimiento del dibujo en la base de la enseñanza de la pintura.
9.
Así
que, si hay algo en la biografía de Pancetti que se
pueda tildar de fortuito eso es la creencia de que el artista tuvo una fase
considerada académica, según los cánones que este término puede circunscribir
en aquél contexto, por lo que se considera rebatible la idea de que: “[...]
todas las cualidades y defectos de la fase académica, que Pancetti
tanto luchó para superar”[4]. Lo que sí es verdad es que el artista
presenta un progreso discontinuo en su producción, lo que sugiere sus
descamines constituidos de intensos altibajos que evidencian la ausencia de una
sólida formación pictórica. Antonio Fraga, su
compañero de los treinta, resume un poco su espíritu reaccionario y, de cierta
manera, anárquico, con el que trataba de centrarse más en su mundo propio,
huyendo de los moldes de la enseñanza de la pintura:
10.
Pancetti era un chico travieso.
Nunca fue muy centrado en el estudio de pintura y arte. Sin embargo, siempre
demostró determinación y coherencia en lo que hacía. En muchas ocasiones, tuve
la oportunidad de elucidarle algo sobre color y composición. Pasado mis
observaciones él cometía los mismos errores, hasta que empecé a percibir que
nada de lo que le dijera, le valía. A pesar de que siempre me encantó investigar
el porqué del porqué de todo, decidí no molestarle más en virtud de que él
demostrara claramente no le gustar dichas apreciaciones. Lo increíble es que de
una manera intuitiva conseguía lograr resultados inesperados, y lo digo
intuitiva porque él no conseguía darme explicaciones de lo que hacía, la única
ayuda que me reclamaba era para buscar los tubos de pintura que a menudo los
perdía en nuestra habitación. Era un aislado en materia de debate. No sé como poco a poco, fue venciendo sus dificultades
pictóricas, lo cierto es que no le gustaba apreciaciones de sus obras, se las
enseñaba y ya está.[5]
11.
Tal
hecho perpetró deficiencias que podrían ser evitadas en la elaboración de su
obra, si hubiesen sido otras las circunstancias de su vida personal, pero que
quizá la convertiría en obra frívola de emoción y sensibilidad. Con eso, quedan
las marcas de esa penosa conquista, importantes claves para comprensión de su
obra, como en el cuadro As flores e a boneca de 1943 [Figura 1]. En
el se puede identificar una de las privaciones que a
veces se evidencia en su obra, cual sea la manera de matizar los tonos
perpetrando un color sucio, es decir, con ausencia de color resultando bajo el
campo de definición cromático.
12.
Cierto
es que de esa forma el pintor logra expresarse, con un especial mensaje capaz
de establecer una comunicación fiable y rica con el público. Pancetti construye una obra sensitiva y con la más pura de las
armonías jamás, ajeno a muchos de los métodos de
enseñanza artístico-pictórica y, al contrariarlos, incluso los supera, pautado
en su experiencia y estilo propios, siempre que recurre más a su fuerza
intuitiva.
13.
Tampoco
quisiera ocultar que, arrebatado por la obstinación de pintar y comunicarse con
su mundo y su entorno, Pancetti ya no tuviese más
tiempo para buscar y profundizar en los conocimientos técnico-pictóricos, que
debido al avance de su edad le requería una conexión inmediata con su poética.
Por eso el artista no se siente con otro interés sino quitar la paja que
pudiese poner en riesgo su intento de mantenerse vivo, cuyo soplo era la
pintura y ponerse rumbo al universo de la creación con las mínimas herramientas
de que dispone.
14.
No
confundir consagración con madurez, es fruto de una conclusión perentoria de la
investigación que está dirigida por un razonamiento centrado en la obra del
pintor, para lo que se considera el desarrollo de sus recursos técnicos y
poéticos. Con eso, se rechaza el marco hegemónicamente establecido por la
historiografía brasileña que trabaja con la fecha de 1941, cuando Pancetti logra el premio capital del Salón Nacional de
Bellas Artes. Se juzga, por tanto, que se deba entender dicha fecha como el
momento de reconocimiento de las autoridades artísticas, un marco de
consagración nacional del pintor pero jamás confundirla con su salto de lucidez
artística.
15.
Como
proba de esa razón, se somete al análisis las obras Ladeira
de Santana de 1936 [Figura 2] y Ponta de Areia de 1940 [Figura 3], ambas anteriores al año 1941, dado el
convencimiento de tratarse de obras excelsas de la producción pictórica de Pancetti. En ellas es posible comprobar la presencia
decisiva de los principales recursos expresivos que forman su especial dicción,
como la capacidad de síntesis resultante de una depuración formal y técnica, y
la composición exquisita que tanto le identifica como pintor. En esas obras se
percibe, además, Pancetti como un artista ávido que
ya está consciente de lo que quiere. Dando total demostración de una suficiente
formación poética para llevar a cabo sus inquietudes.
16.
Como
visto, tales motivos apartan de inmediato el intento de establecer el año de
1941 como un divisorio en la línea evolutiva de este pintor. La dificultad en
establecer tales puntos en la carrera del artista se incrementa debido al hecho
de que Pancetti salta de un punto a otro con relativa
frecuencia. A diferencia de otros artistas, su obra no está edificada en series
concretas que funcionen como límites rotundos en los que se podría basar los
cambios eventuales. Por eso, el estudio propone un desmembramiento que se
acerca más a la cadena evolutiva.
17.
En
este contexto, cabe aún destacar que las variaciones respecto a temas, géneros
pictóricos e inclinaciones estéticas en Pancetti no
se cierran lo suficiente para constituirse en ciclos, sino que son partícipes
concomitantes al servicio de la elaboración de su obra pictórica. Al contrario,
tales desviaciones se cultivan a lo largo de su trayectoria artística en un
constante vaivén, lo que sí hace creer que el artista volvía a ellos
objetivando coger notas para perfeccionar sus ambiciones estéticas y técnicas
reiteradamente, que convirtieron su obra en un fascinante mosaico pictórico.
Así, el trabajo hace hincapié en la marcha progresiva de su obra, en la que se
identifica con la máxima prudencia tres ciclos indicativos, con los que se
nombra etapas de afición, formación y madurez.
18.
Un
período inicial (etapa de afición) que abarca desde sus comienzos hasta
matricularse en el Núcleo Bernardelli en 1933. De esta etapa sobrevive solamente la obra Marinheiro
de 1933 [Figura 4],
con la que contrae la admiración de sus compañeros de corporación y una marina
publicada en el periódico Noite ilustrada,
de 5 de octubre de 1932, que acompaña un pequeño texto intitulado “Amador da
Pintura”.
19.
Respecto
a la descripción de un dibujo en el que había fijado el combate presenciado en
1932 a bordo del buque Bahía, entre el buque Rio Grande do Sul y el avión de Ribeiro de Barros, un episodio que formó parte del
conflicto de la Revolução
Constitucionalista, dibujo éste publicado en el periódico A Noite, y que supuestamente habría originado su
reconocimiento por parte del escultor Paulo Mazzuchelli, quién le incentivó a buscar estudios
artísticos en el Núcleo Bernardelli, según
relata Teixeira Leite. A ese respecto, cabe ratificar
la investigación realizada para la exposición “Pancetti:
o marinheiro só”, en el
año 2000, comisariada por Denise Mattar,
con la que pone fin a este equívoco que se estaba perpetuando en la voz de
muchos autores. Dicha averiguación logra localizar el periódico, cuya pintura
se constata ser de autoría de otro marino identificado como Manoel
Pereira da Silva.
20.
Hablando
todavía del período de afición, cabe recordar los relatos que destacan su
hábito de pintar en cajas de cerilla y de puros, una práctica que se extiende a
los tiempos de convivencia entre los artistas e intelectuales que frecuentaban
al bar Vermelhinho. como relata Tereza Rivera al trabajo: “[...] Allí, Pancetti
hacia dibujos en cajas de cerilla. Tras preguntar la opinión de los amigos los hechaba a la calle. Pancetti
pintó un retrato de Fraga”[6].
21.
Un
segundo período (etapa de formación) que se inicia cuando Pancetti
ingresa en el Núcleo Bernardelli. Este período
está marcado por una intensa búsqueda personal entremezclada con la dura rutina
de los ejercicios artísticos, que el pintor los consideraba aburridos,
propuestos en el referido núcleo. Con ello, se produce el paso de manera lenta
a la etapa de madurez, que se consagra con el Premio Capital de la División
Moderna del Salón Nacional de Bellas Artes en 1941, el primer premio de dicha
división, extendiéndose hasta su muerte precoz en el año 1958. Período en que
se pone de manifiesto la definición de la autoridad de los ejes poéticos y
técnicos de las creaciones pancettianas.
22.
Dicha
visión encuentra apoyo solitario en lo que opina en el año 1946 el crítico y
periodista Santa Rosa, cuya autoridad artística estuvo pautada por su
experiencia de pintor, sino véase lo que dijo, discrepando de la mayoría de los
críticos: “Pancetti se encuentra actualmente en un
momento de profunda serenidad y dominio de sus medios”[7].
23.
Así
que, el trabajo no considera acertado el supuesto período de decadencia pancettiana, basado en los altibajos de sus criaciones pictóricas a partir de 1956 consecuentes del
acercamiento a la muerte. Primeramente, porque los altibajos detectados por
algunos estudiosos no son propios de este periodo sino que se presentan a
menudo en toda la extensión de su obra, un hecho que le cualifica como artista.
Otro argumento que descalifica dicha clasificación es que algunas de sus obras
más significativas fueron producidas en dicho período, como la série Lavanderas y la obra A pesca do xareu [Figura 5].
Dicha clasificación es aplicable a la integridad física del pintor, ya que se
encontraba en el estagio derradero
que ultimó su vida en el año siguiente, pero jamás a su integridad estética.
Recursos
Pictóricos
24.
En
entrevista para la investigación, Edson Motta Júnior recordando los comentarios
de su padre, Edson Motta, respecto a Pancetti,
confirma el hecho de que algunos artistas juzgaban que Pancetti
conservaba algunas deficiencias, como por ejemplo la manera de tratar el color[8]. Cuenta con entusiasmo que, de todo de lo que le
contara su padre sobre Pancetti, había un hecho que
hacia inolvidable su constatación de que el pintor seguía con la deficiente
manera de matizar el color:
25.
Mi padre inmortalizó un encuentro con Pancetti,
cuando ambos pintaron en el barrio de Pelourinho en Salvador de Bahía, aún
en los años 50. En su consideración, el pintor seguía con las dificultades de
principios, pues conservaba la paleta sucia que le dificultaba matizar sus
colores.
(Traducción de la investigación)
26.
Repasando
la historia de su vida, no resulta difícil comprender las limitaciones de
carácter técnico de José Pancetti, que desde su
período formativo en el Núcleo Bernardelli,
ocasionaron algunos incidentes a consecuencia de su fuerte resistencia a los
métodos de enseñanza. A diferencia de otros artistas, cuando se inició en el
Núcleo ya tenía varios “muros” cimentados debido a sus necesidades íntimas de
expresarse a través de la pintura, a consecuencia de la ausencia de formación
artística. Los escasos conocimientos adquiridos como ayudante de pintor de
paredes a lo largo de un año le fueron útiles a la hora de especializarse como
pintor de navíos y asegurarse una plaza en la Marina de Guerra Brasileña.
Debido a su empeño en este oficio, realizó un curso de especialización de
pintor de navío y combes que le asentó como marino, permitiéndole a la vez,
ampliar los conocimientos básicos de pintura:
27.
En 1929, realiza el curso de especialista de la Marina,
en cuyo programa constan entre otros: pinturas y su composición; colores y
combinaciones; herramientas para pintar con agua, óleo y a barniz; preparado de
superficies.[9]
28.
En
los descansos de su trabajo, Pancetti pintaba en las
cajas de cerillas y de puros, hábito éste que según relata a la investigación
la actriz Tereza Rivera, se prolongó en sus pinceles.
Sobre todo cuando frecuentaba el Bar de los Artistas, el pintor se
popularizó por dicha práctica:
29.
Los dos amigos frecuentaban el Bar de
los Artistas en la
calle Araújo Porto Alegre. Este bar era conocido por Vermelhinho. Allí, Pancetti
hacía dibujos en cajas de cerillas y enseguida las tiraba a la calle. De esta
manera Pancetti pintó un retrato de Antonio Fraga.[10]
30.
Este
hecho, desde principios llamaba la atención de sus compañeros de la Marina, los
cuales le animaron a buscar formación artística. Al ingresar en el Núcleo Bernardelli, próximo a los 30 años de edad, quedó entre
los nucleanos con más bajo nivel, dado que casi todos tenían formación de la Escuela
Nacional de Bellas Artes o del Liceo de Artes y Oficios, hecho que le acercó a Tamaki
y a Takaoka, constituyendo la célula más precaria
existente en el referido núcleo. Dentro del Núcleo Bernardelli,
un nuevo mundo se abre para Pancetti. Es allí donde
escuchará por primera vez hablar de arte moderno, composición, estética, es
donde forma, por tanto, su glosario artístico pictórico. En dicho Núcleo
adquiere los recursos pictóricos que manejará en su vida artística, recursos
estos que le permitirán su desarrollo poético, como se verá adelante.
31.
A
través de su progreso pictórico, se puede percibir cómo Pancetti
va reuniendo recursos técnicos hasta consolidar las características expresivas
y formales, que dotarán a su obra una especial dicción, cuyas cualidades la
hacen inconfundible. El artista se depara con las tradicionales técnicas de la
pintura, a través del Núcleo Bernardelli y los
adopta por sentirse cómodo con sus pretensiones artísticas. En este sentido, Pancetti convierte el óleo en su técnica predilecta,
experimentando en rarísimas ocasiones con acuarela o guache. Tratándose de
dibujo, es éste casi siempre elaborado como boceto a carboncillo, lápiz
compuesto, tinta china, pluma o lápiz.
Soportes
y formatos
32.
Consta
en la literatura que Pancetti, desde principios de su
carrera, se confeccionaba artesanalmente los lienzos para sus pinturas
siguiendo el manual tradicional de la media creta, manteniendo casi exclusivamente
como soporte el lienzo y con menos frecuencia el cartón y otros. Según
declaración de Aloysio de Paula, Bruno Lechowski
“enseñó a Pancetti
a imprimar sus lienzos y prepararlos dentro de la mejor tradición de las
escuelas europeas”[11]. Se acoge dicha declaración debido a lo
que registró en el reverso de una de sus obras, Marinha
de Itahaém, donde se lee lo siguiente: “esta lona
fue vela de mi navío, el Almirante Saldaña”, firmado José Pancetti,
a 25 de abril de 1945, donde esbozó además, con óleo monocromático, el Retrato
de Mulher [Figura 6].
33.
Observando
detenidamente la foto en la que José Pancetti aparece
iniciando la pintura de dos mujeres sentadas en la playa [Figura 7], se
aprecia el carácter artesanal del lienzo debido, sobre todo, al tejido sobrante
en sus bordes. Se puede explicar este pequeño detalle por el ansia de pintar al
lienzo; durante su confección demostró desprecio por el acabado, que es una de
las características del producto industrial que jamás pasaría inadvertido a un
profesional o factoría de lienzos. Este hecho refuerza aún más la idea de que Pancetti se los confeccionaba. Para una conclusión más
determinante sobre ese tema y siguiendo las indicaciones mencionadas, la
investigación examinó un pequeño conjunto de obras[12].
34.
A
partir de una rápida constatación de los indicios de la naturaleza artesanal de
estos lienzos, que le acompañaron en sus andanzas desde los variados lugares
que pintó, en este particular en Rio de Janeiro, Salvador, Itapoã,
Arraial do Cabo, Niteroi, Mangaratiba, Campos do Jordão y
São João del-Rey, entre 1940 y 1955 [Figuras 8 y Figura 9], dicha constatación refuerza aún más las
indicaciones presentadas inicialmente, que atribuyen a José Pancetti
dicha confección. En este sentido, al echar un vistazo a las imágenes a
continuación se puede comprobar esta afirmativa y concluir holgadamente dicha
autoría. A partir de la verificación del tejido sobrante de sus dorsos,
llegando en algunos casos a exponerse de manera exagerada y grosera, el
presente trabajo lo deduce como un carácter despreocupado con el acabado de los
lienzos.
35.
Es
decir, que dicho descuido no compromete la integridad material de la obra y
atestigua la autoría de un mismo confeccionista habituado a una práctica que no
sirve sino para auxiliar a la contundente y diáfana conclusión de que nadie más
que el propio José Pancetti es el inexperto
fabricante de sus propios lienzos. Sin embargo, el tiempo se encarga de causar
daños en algunos cuadros de Pancetti con el
surgimiento de craquelados, una avería irreversible que corrobora
desafortunadamente a la conclusión de una virulenta preparación de sus lienzos,
como por ejemplo, en las fotos de la obra Enterro
de criança em São João
del-Rey de 1945 [Figura 10]. La foto fue realizada con el auxilio del flash,
incidiendo convenientemente sobre la superficie del cuadro, para que el brillo
resultante pueda destacar su desastroso estado de conservación.
36.
Así,
se verifica con total claridad la integridad física de la obra, revelando la
infeliz presencia del excesivo craquelado, a consecuencia de la mala
preparación de su imprimación. Estos problemas se detectan en las obras que
produjo a lo largo de las tres décadas en las que pintó, es decir, los años 30,
40 y 50. Dichos inconvenientes causan interferencias visuales en esas obras y
echan a la suerte su futuro, visto que necesitan un cuidado especial en cuánto
a su conservación, requiriendo a cada cierto tiempo un efectivo trabajo de
restauración. Tal hecho es consecuencia de la falta de equilibrio a la hora de
preparar la imprimación, sobre todo el exceso de carga, convirtiéndolos en
lienzos con poca elasticidad.
37.
Otra
molestia consecuente de la imperfecta preparación del soporte es el traspase
del óleo, resultante de la insuficiente presencia de cola en la formulación de
la imprimación, como se verifica en el dorso de la obra Retrato de Anita de 1940 [Figura 11]. En ese caso, el efecto “cancerígeno” se
produce a través de la lenta destrucción del tejido, debido a que el óleo seca
por oxidación. Desde la Colección Roberto Marinho, se
examinó además los informes técnicos de conservación realizados por el taller
de Marilka Mendes
Consultoría y Restauro en el año 1996. En ellos están reflejados los más
variados efectos existentes en los cuadros de Pancetti
en la ocasión. Llama la atención el pésimo estado de conservación de las obras,
en las que el craquelado es un síntoma abundante, llegando en algunos casos a
ocasionar fracturas, agujeros y agrietamientos [Figura 12 y Figura 13].
38.
Sobre
otros soportes, Pancetti tuvo oportunidades de
experimentarlos, en los que utilizó la tabla y la nada tradicional vértebra de
ballena, como demuestran dos obras bajo el mismo título Figuras na praia, ambas de 1953 [Figura 14], quedando como prácticas aisladas dentro
de toda su producción pictórica. Los formatos de sus obras son rectangulares,
exceptuando los ya comentados Figuras na praia,
los cuales tienen formas ovoides irregulares. Otros ejemplos son Pequena paleta, cuyo soporte es nada menos
que aquél que fue su inseparable instrumento de trabajo, es decir, una paleta
de madera de formato ovoide clásico, pero pintada por el dorso, y Navíos fundeados na bahia do Rio de
Janeiro de 1934 [Figura 15], de formato circular. Respecto a las dimensiones
de sus obras, Pancetti se mantuvo dentro de pequeños
y medianos formatos, más o menos estandarizados. Con relación al primero, el
formato rectangular, Pancetti se muestra cómodo con
el modo tradicional de organización perspectiva, según el que se suele emplear
el formato horizontal para el paisaje y el vertical para el retrato.
Los
dorsos
39.
Es
importante resaltar el hábito, que ha experimentado Pancetti,
de pintar el dorso de sus obras, lo que constituye una rica fuente de consulta
para comprender su obra. La espontaneidad que representa esta actitud, aliada
al esmero y precisión empleados en algunos casos resultaron registros maestros,
que se incorporan con comodidad al conjunto de su obra, como el referido Retrato de mulher [Figura 6]. Dicha obra es fruto de un hecho increíble,
debido sobre todo a estar en el dorso, sea la obra secundaria o el estudio
olvidado. Un desvío de proyecto la impuso ante la obra primera, relegando la obra
supuestamente primordial, aquella desarrollada en la superficie principal del
lienzo, cuya imagen no se pudo identificar en este trabajo. Lo más sintomático
del demérito de la obra inicial es, sobre todo, su más absoluto anonimato.
40.
El gran
mérito de dichos registros reside en revelar la gran capacidad de síntesis pancettiana, en la que se observa una vivísima
gestualidad por efecto de una pincelada no comprometida, libre. La
espontaneidad alcanzada está acorde con la de las líneas empleadas en algunas
de sus obras convencionales, en las que logró aplicarlas sometidas a una rápida
ejecución, sacando precisión para dirigir la obra, como en el caso de Igreja de Nossa Senhora de Nazaré - Saquarema [Figura 16].
41.
Exceptuando
la utilización de la línea, la gestualidad es poco frecuente en obras pancettianas, que se suavizan al dar paso a manchas
amplias, comprometidas con la formación de planos generales. El caso, es que
dichos bocetos, realizados en los dorsos, exteriorizan otra faceta del referido
pintor. Pena es, que por tratarse de registros directamente aplicados sobre el
tejido, es decir, sin imprimación, éstos se conviertan automáticamente en obras
“cancerígenas”, predestinadas a la autodestrucción, debido a la oxidación
originada por el secado del óleo. Sobre los dorsos, aún quedan por mencionar
los símbolos, números, firmas, fechas y poesías. Además frases conteniendo
pequeños comentarios personales sobre supuestas musas y dedicatorias que
ofrecen una fuente para comprender sus aspiraciones y manifestaciones
emocionales, las cuales revelan su forma de reaccionar ante el mundo a su
alrededor.
La cocina
pictórica: recetário técnico, lienzos y diluyentes
42.
Según
el informe técnico[13] del restaurador Edson Motta Júnior, prestado a la investigación, Pancetti, al igual que los artistas de su generación,
debería utilizar la trementina para diluir sus pinturas. En su argumentación,
revela que las obras pancettianas que restauró Motta presentan siempre un bajo índice de grasa, lo que
excluye la posibilidad de que pudiera utilizar aceite en su diluyente. Así,
concluye el restaurador que sus análisis indican la utilización del citado
producto, confirmando su sospecha inicial.
43.
Pancetti trabaja habitualmente sobre lienzos con bajo
grado de texturización, tela de lino, lona/loneta o
algodón. De ese modo suele relegar el soporte y la base del contexto formal de
las obras, sin concederles participación en ellas, aunque en algunas, al
observarlas detenidamente, se nota la trama y la urdimbre de la tela emergiendo
de la obra, donde no es raro identificar, además, el desacierto a la hora de
estirar el tejido, debido a la ausencia de escuadra en su bastidor. Se puede
flagrar dicho desliz con relativa abundancia a lo largo de la producción pancettiana. Desafortunadamente, no es necesario un
examen meticuloso para cotejar esta falta sino que, al contrario, al echar un
simple vistazo en sus cuadros, incluso por medio de reproducciones fotográficas
con una mediana calidad, dicho inconveniente se manifiesta salta a la vista.
Para una breve constatación, se ha seleccionado tres cuadros con las referidas
características de fechas alejadas entre si.
44.
En la
primera, Jarro com margaridas de 1943 [Figura 17] lo
aludido se verifica a través de un acentuado e irregular ondulado entre
aquellos elementos básicos, como son la trama y la urdimbre que saltan con
claridad de los extremos verticales de la obra. En la segunda obra [Figura 18 y Figura 19], se evidencia dicha irregularidad en
toda su extensión, mostrándose más visible en las líneas verticales del extremo
del cuadro. Desplazando la vista a la extrema derecha y moviéndola desde arriba
hacia abajo, se puede visualizar lo poco que queda de sintonía entre trama y
urdimbre, efecto resultante del malo estiramiento. Dicho efecto también se
observa en su parte superior, cerca del borde de la obra, donde se observa otro
total desacierto de su estiramiento, resultando un estadio de tensión en
definitivo desequilibrio para el soporte y consecuentemente para la obra. Para
cerrar este análisis, cabría observar en la obra Marinha
- Saquarema, de 1955 [Figura 20], como dicho desacierto persiste. Aquí el
problema se destaca en la parte inferior del cuadro cerca del extremo, llegando
a perjudicar ligeramente la horizontalidad de la obra de un lado a otro.
45.
Pancetti utiliza como base la imprimación de color blanco,
la que no tiene una participación activa en sus obras, aunque es posible
identificarlas algunas veces en la composición. Salvo en ocasiones puntuales,
varía este criterio técnico y un bello ejemplo es Praça
Clóvis Bevilácqua de 1949 [Figura 21],
en la que saca provecho del fondo blanco para construir el elemento
protagonista de la obra, la iglesia.
46.
A lo
largo de su producción el pintor no desarrolla una atención a la participación
del fondo, pues no lo utiliza como elemento del contexto formal de sus obras,
lo que se hace entender en las pequeñas áreas blancas sobrantes o pequeños
puntos luminosos derivados de la síntesis, quedando como grietas resultantes
del olvido y de la falta de compromiso con el acabado. Un buen ejemplo es Campos
do Jordão, de 1954 [Figura 22], donde queda demostrado que tales puntos
luminosos no eran parte de las intencionalidades plásticas de Pancetti, sino productos del azar que, al no causar
incomodidades, permanecieron en las obras.
Procedimientos
técnicos y dicción pictórica
47.
Desde
los fondos blancos, José Pancetti comenzaba sus
trabajos definiendo la composición a partir de líneas, para lo que casi siempre
empleaba el carboncillo o lápiz compuesto, como revelan algunas fotos en las
que aparece pintando [Figura 7 y Figura 23], hechas antes de manchar la obra.
Además, es frecuente la permanencia de dicho material en sus obras, quedando
clara la utilización de la línea extrapolando su función inicial, visto que se
establece definitivamente en la composición, como es el caso de Oficinas de 1940 [Figura 24], Rua em São João del-Rey de 1945 [Figura 25] y
la ya citada Igreja de Nossa
Senhora de Nazaré - Saquarema de 1955 [Figura 16],
un pequeño espectro de cuadros que utiliza la investigación para abarcar tres
momentos distintos de su obra, los que se infiere corresponder a su período de
madurez artística.
48.
En el
primero, Oficinas, la Bahía de Guanabara, la
retrata con un típico aspecto de invierno, donde predomina el clima sombrío,
seguramente desarrollado desde las instalaciones del cuartel de la Marina,
donde servía Pancetti. En él la línea se presenta
moderada, prácticamente remaneciente de la marcación inicial. En Pancetti, muchas veces las líneas no son mero elemento del
acaso, sino que cobran protagonismo al ser parte indispensable del contexto
formal. Hay ocasiones también en las que se convierten en un elemento prudente,
casi desapareciendo. La presencia de la línea en su obra se afirma con el pasar
del tiempo - como se puede percibir en los trabajos mencionados -, y el artista
la maneja como una especie de elemento conductor en la composición.
49.
El
segundo, Rua em
São João del-Rey, la línea gana destaque por mostrarse más activa y
presente en toda la composición. Una línea, toda ella negra y predominantemente
rápida e impulsiva, es una de sus características principales. Respecto al
tercer cuadro, Igreja de Nossa Senhora de Nazaré - Saquarema, es un
claro ejemplo de moderada rapidez de ejecución. Una composición resuelta con un
máximo de dos capas, en la que logra aplicar el aprendizaje acumulado a lo
largo de los años. Aquí se pueden destacar la sencillez y precisión en la
aplicación de las líneas empleadas melodiosamente en los puntos claves, en
aquellos donde se justifican.
50.
Aún hablando de la tercera, conviene mencionar la armonía lograda entre el
cielo azul celeste, la iglesia blanca con tejado rojo, todos los colores
crudos, y demás elementos cromáticos, que dimensiona la precisa capacidad de
integración presente en la obra, un cromatismo que establece un diálogo entre
primarios y secundarios. También se destaca el efecto translúcido dispensado al
mar en los cuadros primero y tercero. En los tres cuadros importa señalar la
riqueza de las matizaciones, aportando una texturización
limpia y certera, conducidas por una unidad en la que no se perciben dudas ni
tampoco señales de arrepentimientos, además, solucionadas con una limpieza de
ejecución y una economía de medios que parecen no admitir reparaciones.
51.
Al
describir el impacto visual y la impresión que se producen al contemplar las
referidas obras, se puede decir que predomina una pintura arrastrada integrada
con la existencia de áreas transparentes que dan un ligero permiso al fondo
para respirar, dirigida por manchas y líneas orientadas por una pincelada
moderada. En estos cuadros se puede dimensionar la acertada conjunción de
sensibilidad poético-pictórica y de condición técnica en el hacer artístico de
José Pancetti. La línea que crea Pancetti
es inconclusa, sin embargo fundamental para la composición. Extendida como
marcación o recurso capaz de cerrar la obra, es testimonio de un trazo amplio y
rotundo, como fuerza de su expresividad artística. Concluyendo, la línea se
constituye como uno de los recursos pictóricos en la obra de Pancetti, un bastón en el que se apoyó en su caminar
poético, convirtiéndola en un componente fundamental de su discurso plástico.
52.
Aunque
el pincel sea el instrumento preferido de Pancetti,
se puede encontrar una parca utilización de espátulas, con las que buscó
solucionar sus inquietudes plástico-pictóricas, como se evidencia en Ilha de Mocanguê de 1933 [Figura 26], y
en Paisagem suburbana de 1935 [Figura 27]. En la primera disfruta de largas y abundantes
espatuladas, resultando protagonistas los empastes consiguientes, que refuerzan
el extraordinario carácter matérico presente en la
obra. En la segunda, modera su manejo integrándolo más en el contexto formal
del paisaje, en la medida en que lo emplea con colores de baja luminosidad, es
decir, las gamas de verde de las bananeras y las sombras del árbol. Con detenida
atención se puede identificar el espatulado en las casas a la derecha del
árbol, adecuadas éstas en la composición debido a su baja definición. No
obstante, llaman la atención las incisiones realizadas con la punta de la
espátula, utilizadas en la elaboración del cercado, debido a su buen grado de
integración. Tal efecto permite el rescate, desde la superficie penetrante del
color, de resquicios de capas más profundas, recuperando igualmente algunos
matices escondidos o profundizando hasta descubrir la propia presencia del
lienzo, ejemplificando un insólito logro pancettiano.
53.
Sin
embargo, Pancetti encuentra en el pincel el medio más
apropiado para desarrollar su dicción pictórica, a través de este pequeño útil
construirá un trazo y un gesto personal mayor, en la medida que va consolidando
su lenguaje artístico. Es este el instrumento con que está familiarizado desde
su juventud y por eso conoce mejor sus variaciones y comportamientos. En
general, trabajaba con una pequeña variedad de pinceles, condicionado a la
manera de pintar en el campo, disponiéndolos en su mano izquierda, junto a la
paleta.
54.
Su
tratamiento de la pincelada es vigoroso cuando ésta se queda en una pintura
arrastrada, lo que le permite concebir una atmósfera basada en la idea de
planos generales que dirigen la composición. Dicho vigor cobra vida cuando Pancetti logra mantener la pincelada, avanzando sobre la
mancha hasta un cierto límite, a fin de no caer en la trampa de los empastes,
que casi siempre le resultan ineficaces, tanto que incluso un espectador
apresurado e inexperto no sería capaz de apreciarlos debido a la incomodidad
consecuente.
55.
Al
parecer de la investigación, no todo fueron éxitos en la obra de Pancetti. Pocos estudiosos tuvieron valentía de mencionarlo
quizás, por sentirse atrapados al medio de la producción artística o por temor
a la visión hegemónica de que todo pintor consagrado es automáticamente
demiurgo y genial, en el sentido de que sea éste infalible. Es cuando se puede
destacar el acto de coraje perpetrado por Ferreira Gullar,
quién tuvo la audacia de realizar un paradigmático estudio sobre los descaminos
del arte contemporáneo. El crítico analiza la exposición “Permanência
em Pancetti”, realizada por
la Galería Acervo en 1980, en Rio de Janeiro, en lo que coincide con Frederico de Morais por tratarse
de una exposición válida resaltando, sin embargo, la presencia de cuadros de
bajo nivel:
56.
[...] es cierto que no todos los trabajos expuestos
logran el mismo nivel de calidad, el conjunto de la muestra es bien expresivo
del arte de este pintor que trabajaba mucho más con el sentimiento que con la
cabeza. Ciertamente por eso, cuando el sentimiento se agota, su pintura bordea
la trivialidad […]. [14]
57.
Por
eso, se considera importante dejar constancia de esos trabajos malogrados, con
el objetivo de permitir una mejor comprensión de su arte. Tal examen está
dirigido a verificar algunas de sus incorrecciones técnicas. Primeramente,
cabría comentar las constantes contrariedades que sufren los métodos de Pancetti para solucionar sus obras, revelando, en su
intensa búsqueda por autodescubrirse, fragilidades y
aciertos, ocasionados sobre todo por su carácter sintético y detallista. Del
frecuente impulso por definir determinados elementos de sus composiciones
resultan vacilaciones que revelan la perpetua lucha pancettiana
por acomodar su tenue base técnica, bajo la autoridad de sus impulsos poéticos,
dejando ver, con todo, un enorme sentido de insistencia. Tal reto se evidencia
en el conjunto de su obra, revelándole un pintor obstinado en destapar los
secretos más ocultos de la creación y del fenómeno artístico.
58.
En
este sentido, se destaca Menino bom, de 1945 [Figura 28],
donde produce un pequeño daño al conforto visual, generado en el fondo. Una
composición edificada en la simplificación cromática. Dirigida prioritariamente
por líneas oblicuas, está dividida básicamente en figura y fondo. Desplazando
la visión hacia el fondo superior izquierdo de la obra, justo a la altura de
los ojos de la figura, se encuentran un grupo de casas y líneas verticales
desentonando con las demás formas de la composición. Eso ocasiona una discreta
perturbación, corroborando el contraste por efecto del blanco y negro de los
ojos, es decir, un contraste que, de golpe, se lleva a su grado de máxima
intensidad. A consecuencia, dicha discrepancia causa un peso injustificable,
puesto que dicha solución descompensa el resto de la obra, sobre todo el fondo
derecho, que debido a la simplificación resultan insinuadas las formas de las
casas presentes en el paisaje, es decir, a modo de solución.
59.
Lo
mismo se verifica en el cuadro intitulado Autorretrato de 1948 [Figura 29], donde las figuras del fondo interfieren en la
figura del primer plano, sobre todo debido al rojo primario de los vestidos y
al exceso de figuras que ocasiona una lucha por protagonismo en la composición,
resultando afectada la obra. Esta manera de aplicar el color resulta
desafortunada en algunas de sus composiciones, visto que lo hace sin la manera
decidida y consciente de los impresionistas o de otras escuelas que lograron
adoptar los colores puros o primarios como medio de expresión. En el caso de Pancetti, tal fenómeno no prospera, sino que ocurre una
retracción irresuelta que a veces salta a la vista en sus obras.
60.
Tal
inconveniente se exterioriza como un desafío a lo largo de su producción
artística, destapándose como una inseguridad. Es lo que se comprueba en el ya
referido Paisajem suburbana [Figura 27], a través del azul celeste utilizado para el
cielo y la barraca, mezclado con blanco, resultando elemental la manera de
solucionar el conjunto. La aplicación rotunda de una pintura, sin buscar el
color a través de la mezcla y sometida a su formato industrial - tal y como
sale del tubo -, resulta una tramitación que la destaca inoportunamente en la
composición, generando desequilibrios inadecuados para la obra, un
procedimiento originado de una vacilación que ya había sido blanco de análisis
de algunos de sus compañeros del Núcleo Bernardelli
y que, como se verifica, sigue castigando la producción pictórica pancettiana.
61.
De la
misma forma, en la obra titulada de Montserrat de 1951 [Figura 30],
se manifiesta, por la aplicación del blanco excesivamente in natura,
para representar la ola, haciéndolo predominar en la composición que, por
ejemplo en Jarro com flores, de 1944 [Figura 31],
tal procedimiento se manifiesta en la aplicación del rojo, produciendo el
referido inconveniente y desmidiéndose en las aportaciones pictóricas pancettianas. Sin embargo, no sorprende el hecho que
la primera no se trate de un trabajo de principios de carrera, sino de la fase
que corresponde a su plena madurez. Tal procedimiento no se incorpora, con
todo, a la dicción expresiva de Pancetti, sino que
revela una de sus deficiencias técnicas más frecuentes.
62.
Otro
desacierto que se manifiesta a menudo en sus obras es el empaste local,
generando un elemento gratuito, resultando también desequilibrada la
composición, como en Campos do Jordão, de 1949
[Figura 32], o
en Mangaratiba, de 1946 [Figura 33].
En la primera, tal efecto se presenta en la cascada, y en la segunda, en la
piedra. Contra estos ejemplos de debilidad se puede contraponer gran parte de
sus obras, entre las cuales está sin duda la obra Oficinas de 1940 [Figura 24].
Una obra rica en elementos, cuya solución logra mantener todas las formas
integradas, resguardando su protagonismo sin descalificar los demás elementos
del contexto formal. En ella, Pancetti mantiene todo
lo que juzga necesario, alcanzando por tanto la deseada armonía sin cometer la
equivocada ejecución de los ejemplos anteriores, en los que cede al intento de
una definición innecesaria.
Emparejamiento
de obras
63.
Por
último, importa aún comentar la práctica adquirida por Pancetti
en el Núcleo Bernardelli, a través de Lechowski, a raíz de ejercitar las posibilidades angulares
a la hora de representar su mundo visible. La aludida mirada fotográfica
consistía en innumerables intentos hasta cortar la composición, es decir,
interrumpir formas para aprovechar lo esencial del conjunto. Este hábito
permite al pintor sellar una marca sui generis entre los pintores de su
entorno, además de instituir una práctica riquísima: la de rehacer parte
considerable de sus cuadros, considerándolos todos experimentos con el
propósito de sacar de ellos el mejor logro.
64.
Este
fenómeno es objeto de análisis de André Lhote[15], cuando considera imprescindible al
pintor el hecho de experimentar. En su entendimiento es esta una actitud que
permite clasificar al artista como más honrado. Al concluir sus
consideraciones, cita a Cézanne como un genial
ejemplo de artista que se sometía a este tipo de ejercicio. En la mayoría de
los casos de emparejamiento en sus obras, dichas parejas no condiciona uno al
otro, dejándolos supervivir autónomamente.
65.
Entre
los innumerables ejemplos en la obra de Pancetti, se
puede citar las emparejadas Favela de 1939, y Morro de 1945 [Figura 34 y Figura 35], y Atrás da minha casa de 1937, y Pátio
da rua de Santana, de 1944 [Figura 36 y Figura 37]. Otro ejemplo son Paisagem
- rua de Santana I y Paisagem - rua
de Santana II [Figura 38 y Figura 39], cuando se descubre a un Pancetti que demuestra su persistencia escolar, pues las
dos composiciones son ejecutadas a partir de un cambio muy discreto de ángulo
del mismo paisaje, en busca de un mejor encuadre. Este procedimiento - una
especie de ensayo -, Pancetti lo repetirá muchas
veces en sus cuadros, sobre todo con el tema del paisaje, un ejercicio que
convierte su miramiento en uno de los ejes de sus realizaciones poéticas.
66.
Otros
ejemplos son O chão I y O chão II, ambas 1941, [Figura 40 y Figura 41]. En los cuadros São João del-Rei
y Manhã,
São João del-Rei, ambas de 1945 [Figura 42 y Figura 43], el pintor deja clara su intención de
averiguar una mejor adecuación de la composición. En ambas, sin embargo,
consigue aplicar sus más elevados conceptos y consideraciones de síntesis a
esas alturas ya desarrollados. En este sentido, el artista logra testificarlo
como una especie de método eficaz para sus inquietudes plásticas y pictóricas,
lo del emparejamiento de obras.
67.
Este
argumento está amparado una vez más por las consideraciones del maestro André Lhote, cuando se verifica, con base en su análisis, lo
imprescindible que es para el pintor la experimentación, una índole capaz de
destacarle de los demás. Así que los citados cuadros personifican este carácter
investigativo que se consolida en la obra pancettiana,
como se puede comprobar en las dos figuras. Véase que, con un tímido cambio de
mirada, sus composiciones varían convenientemente en el intento de corresponder
a sus expectaciones. En la primera, São João del-Rei,
el encuadre está más cerrado. En cuanto a la segunda, Manhã,
São João del-Rei, el pintor activa el citado
recurso, en este caso desempeñando un tipo de zoom que le distancia del paisaje, permitiéndole englobar más elementos en la
composición, acomodadamente representados quizá por la ampliación del formato.
68.
En un
breve vistazo se puede localizar la aplicación sistemática de este recurso, en
los más variados momentos de su obra. Y, para ultimar este breve análisis, se
presenta las dos paisajes de la ventana de su taller [Figura 44
y Figura 45], producidos a
principios de los 50, en Bahía, donde el pintor centra además, sus
preocupaciones hacia la estética metafísica.
69.
Derivación,
intento, ejercicio, experimento son calificativos manejables para definir más
la manera pancettiana de conducir la fantasía
pictórica que se lleva a cabo aquí, una disciplina que tiene origen desde el
período de aprendizaje en el Núcleo Bernardelli y
le convierte, sin vanidades, en eterno estudiante, lo que le ayuda a edificar
los éxitos de su obra. Los fallos existentes en la obra de José Pancetti lo demuestran ser propios de una artista del siglo
XX, por su carácter muy humano. Son altibajos en contraposición al arte
pictórico de los períodos anteriores, cuyo proceso de ejecución se organizaba
colectivamente en el taller del gran maestro. Era éste quién dirigía los
trabajos de confección de la obra, limitándose muchas veces al proyecto, al
acabado final y a firmarla, cabiendo por tanto a sus discípulos el desarrollo.
70.
Dicho
recurso funciona como muelle propulsor en la superación de las insuficiencias
aquí exteriorizadas, con el fin de proporcionar el desarrollo de la madurez de
José Pancetti. Este hecho le permite buscar, además,
la confianza artística que no tuvo oportunidad de adquirir en la formación
parcial recibida en el Núcleo Bernardelli, un
testigo de su determinación en la continua preocupación con el progreso de lo
técnico y poético. En este sentido, contribuye este análisis, que trae consigo
la consigna o clave de un mayor y mejor reconocimiento de la obra pictórica de
José Pancetti, reclamándole otra dimensión junto al
contexto brasileño y universal, teniendo como metodologia
una análisis crítica preocupada en no edulcorar dicha
obra.
Conclusiones
71.
Tras
examinar detenidamente un grupo de obras en colecciones y museos, el trabajo
analizó las técnicas y procedimientos que forman la dicción pictórica de José Pancetti, enumerando sus materiales pictóricos. Los
análisis directos de dichas obras han permitido comprobar además, la autoria en la confección de sus lienzos. Esto se verifica,
debido a la constatación de desaciertos resultando craquelados, mal
estiramiento del tejido y el traspase del óleo, indicios que demuestran las
ganas de pintar que sufría este confeccionista, una regularidad presente en
obras realizadas en épocas y lugares distintos, según se ha constatado, donde
se concluye que su autor no era sino el propio Pancetti.
El hecho curioso de pintar en los dorsos de sus obras, confirma su falta de
compromiso con la conservación por un lado, y por otro, nos regala un boceto
espontáneo, gestual y por tanto, maestro.
72.
Se
pudo constatar un recurso pictórico asomando en la extensión de su producción,
cual sea el emparejamiento de obras. Dicho recurso auxilia su objetivo de sacar
el mejor angulado para sus composiciones, un hábito internalizado desde las
lecciones de Bruno Lechowski. Es donde se verifica su
íntimo compromiso de “pintar para aprender a pintar y no para hacer cuadros”
como decía André Lothe al clasificar un buen pintor.
73.
El
estudio levantó algunas debilidades técnicas frente a la fuerza intuitiva de Pancetti, lo que impone a su poética un progreso discontinuo.
Entre esas evidencias, se destaca la manera de matizar los tonos, perpetrando
un color sucio con ausencia de color debido al empleo primario de blancos y
negros, resultando bajo el campo de definición cromático. El análisis verifica
que su obra avanza con la depuración técnica. Cuanto menos interviene más se
incrementa la racionalidad poética, revelándose capaz de superar los deslices
que algunas veces le traicionaron. Sus logros son consecuentes de la
simplificación cromática y geométrica en oposición al primarismo
de los colores y desaciertos de los empastes, que consolidan la dicción
pictórica de José Pancetti.
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Biografía de Jose Pancetti. Registro de empadronamiento de pintores. Museu Nacional de Bellas Artes. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y
documentación del MNBA, Rio de Janiero: entre 1950 y
1958.
Biografía de Jose Pancetti. Registro de empadronamiento de pintores. Museu Nacional de Bellas Artes. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y
documentación del MNBA, Rio de Janiero: posterior a
1958.
Destaque Especial: Descripción Técnica de la Obra “El
Suelo” y Biografía de Jose Pancetti. Registro de empadronamiento de pintores. Museu Nacional de Bellas Artes. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y
documentación del MNBA, Rio de Janiero: posterior a
1955.
Retratos. Periódico A Notícia.
Rio de Janeiro: 1983.
Biografía de Jose Pancetti: Registro de Empadronamiento de Pintores. Ministério de Educación e Cultura de Brasil. Fuente:
Archivos de Jose Pancetti,
Biblioteca y Documentación del MNBA, Rio de Janiero:
entre 1947 y 1958.
Biografía de Jose Pancetti: Registro de
Empadronamiento de Pintores. Ministério de Educación
e Cultura de Brasil. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y Documentación del MNBA, Rio de Janiero: posterior a 1958.
Premio de Viagem do Salão de 1941: José Pancetti, o
Premiado, Cuja Vida é Novelesca. Periódico Gazeta
de Notícias, Rio de Janiero:
18 de septiembre de 1941.
Pintor de Marinhas Morreu Vendo só um pedaço do Mar. Revista O
Cruzeiro, Rio de Janeiro: 1958.
Daqui, Dali Dacolá. Periódico Diario
de Noticias, Columna Notícias Lieterarias,
Rio de Janeiro: 24 de junlho de 1963.
J. M. M/ Gomes de Almeida. Periódico Última Hora,
Rio de Janeiro: 3 de mayo de 1965.
Pancetti. Periódico Correio da Manha,
Rio de Janeiro: 1965.
Pancetti Será Prédio. Periódico O
Globo, Rio de Janeiro: Diciembre de 1974.
Exposición de Vinte Pancetti. Periódico Última
Hora, Rio de Janeiro: 27 de abril de 1965.
Hoje a Exposição dos Colecionadores.
Periódico Correio do Povo,
Rio Grande do Sul: sin fecha.
Exposición de Pancetti Será no Leblon nol dia
26. Periódico Jornal do Comercio, Rio
de Janeiro: 18 de abril de 1965.
Almirante tem o Último do Marinheiro. Periódico Diário
Carioca, Rio de Janeiro: 1 de mayo de 1965.
Diversas - Expolsição. Periódico
O Dia, Rio de Janeiro: 1 de mayo de 1965.
Pancetti em Álbum da Ediarte. Periódico Jornal
do Brasil, Rio de Janeiro: 14 de octubre de 1965.
Exposição de Pancetti em Ipanema.
Periódico O Globo, Rio de Janeiro: 27 de abril de 1965.
Livro Sobre Pancetti. Periódico O Globo, Rio de Janeiro: 3 de
abril de 1965.
Contraponto. Periódico Jornal
do Brasil, Rio de Janeiro: 28 de octubre de 1971.
Tela de Pancetti não Desapareceu. Periódico O
Jornal, Rio de Janeiro: 28 de mayo de 1971.Sin Título. Periódico Jornal do
Brasil, Rio de Janeiro: octubre de 1971.
Sin Título. Periódico Periódico O Globo, Rio de
Janeiro: octubre de 1965.
Navegando nas Marinhas de Pancetti, Columna Programma. Periódico O Globo, Rio de Janeiro: 6 de
octubre de 1973.
Sin Título. Periódico Jornal do Brasil, Rio de
Janeiro: 26 de agosto de 1973.
Sin Título. Periódico Jornal do Brasil, Rio de
Janeiro: 24 de junio de 1977.
Pancetti Pintava o Mar, a Paisagem e a Si Mesmo. Periódico O Estado de São Paulo, Rio de Janiero: 1 de diciembre de 1977.
O Marinista Pancetti. Periódico A Gazeta, São Paulo: 25 de noviembre de 1974.
Exposición Recorda os 25 Anos
de Pancetti. Periódico Folha
de São Paulo, São Paulo: 21 de junio de 1977.
Com seus Amigos Há Deixado Recordações. Em Suas Telas, Um pouco do Sol, do Sal, da Brisa
e das Areias de Nossas
Costas. Periódico O Globo, São Paulo: 1978.
Quadro de Pancetti tem valor de Cr$330 mil.
Periódico Jornal do Comercio, Rio de Janeiro: 24 de diciembre de 1979.
Último Leilão. Periódico O
Globo, Rio de Janeiro: 15 de diciembre de 1978.
Pintura de Pancetti. Periódico Última
Hora, Rio de Janeiro: 20 de Marzo de 1980.
Pancetti, A Dimensão de un Bohemio Disciplinado. Periódico O Globo,
Rio de Janeiro: 22 de marzo de 1980.
AI dentidade do Falso Pancetti. Periódico Jornal do Brasil (portada): 20
de abril de 1986.
Pintura de Pancetti. Periódico Última
Hora: 20 de abril de 1980.
Pancetti. Periódico Correio da Manha:
Rio de Janeiro, 16 de abril de 1965.
Sesi vai Expôr Peças
do MAM. Cuaderno Ciudad, Periódico Jornal do Brasil: Rio de Janeiro, 21
de mayo de 1996.
A Identidade do Falso Pancetti.
Cuaderno Cidade, Periódico Jornal do Brasil (portada):
20 de abril de 1986.
Exposto no Rio os Trabalhos de Pancetti. Periódico
y ciudad desconocida: 6 de octubre de 1973. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y
documentación del MNBA, Rio de Janiero, 2006.
Dalmo Desvenda Mistério Pancetti. Periódico y
ciudad desconocida: 1975. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y documentación del MNBA, Rio de Janiero, 2006.
Pintor Esceve Diário: Solidão. Periódico,
ciudad y fecha desconocida. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y documentación del MNBA, Rio de Janiero, 2006.
Um Pancetti de 20 Milhões.
Periódico, ciudad y fecha desconocida. Fuente: Archivos de Jose
Pancetti, Biblioteca y documentación del MNBA, Rio de
Janiero, 2006.
Imaginava o Mar um Lago Sereno. O Mar que Agora Estava Alí era Muito Diferente. Eu o Contemplava,
Asombrado em su Inmensidão,
Enquanto uma Alegria Me Apoderava. Periódico,
ciudad y fecha desconocida. Fuente: Archivos de Jose Pancetti, Biblioteca y documentación del MNBA, Rio de Janiero, 2006.
_________________________
[1] Fabio De Macedo es Profesor de la UFRRJ desde
1989. Actualmente es Profesor Adjunto de Pintura e Coordenador
de la Licenciatura en Bellas Artes de la que fue fundador. Impartió clases de
pintura en Talleres y ha sido Miembro del Jurado de Certámenes Artísticos.
Graduado CUM LAUDE en Pintura por la Escola Nacional
de Belas Artes de la UFRJ en 1988. Master en Ciencia
del Arte por la UFF en 2000. Doctorado SOBRESALIENTE CUM LAUDE en Pintura por
la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de la UPV - España en 2010, con Beca
de la CAPES. Participó de exposiciones individuales y colectivas y certámenes
nacionales e internacionales, obteniendo premios, como la Medalla de Oro
y la de Plata.
[2] Artículo difundido en los
Congresos:
2º CONGRESO
NACIONAL y 1º LATINOAMERICANO DE INVESTIGACIÓN E INNOVACIÓN EDUCATIVA EN ARTES,
UNT-Argentina, 2005; XXV CONGRESO ALAS - Porto Alegre, 2005. Cfr.: DE MACEDO, Fabio. Núcleo
Bernardelli: Una Enseñanza Artística Liberadora en la
Construcción del Arte Moderno en Brasil. 19&20, Rio
de Janeiro, v. II, n. 3, jul. de 2007. Disponível em: <http://www.dezenovevinte.net/ensino_artistico/nucleo_bernardelli.htm>..
[3] Los artistas integrantes del Núcleo
Bernardelli.
[4] MORANCA. P. Pancetti
em baixa. Periódico Folha da Tarde, Columna Artes Plásticas.
29/09/1972.
[5] Entrevista concedida en 1992 por
Antonio Fraga “el escritor maldito”.
[6] Entrevista realizada en 19 de
julio de 2005.
[7] SANTA ROSA, T. Gazeta de Notícias,
Cuaderno Artes Plásticas, en 2 de abril de 1946.
[8] Entrevista realizada por
teléfono en 8 de septiembre de 2005 a las 18:00h.
[9] MATTAR, D. Pancetti, o marinheiro só - Catálogo de la Exposición. MNBA -RJ, MAM - Salvador y
FAAP - São Paulo: Rio de Janeiro, 2000. . 15.
[10] Declaración manuscrita
prestada a la tesis el 19 de Julio de 2005.
[11] MORAIS, F. DE. O
Núcleo Bernardelli, Arte Brasileira nos anos 30 e
40. Ed. Pinakotheke: Rio de Janeiro, 1982, p. 99.
[12] Obras pertenecientes a la
Colección Roberto Marinho y Gilberto Chateaubriand, que está bajo custodia del Museo de Arte
Moderno de Rio de Janeiro
[13] Entrevista telefónica
realizada el 8 de septiembre de 2005, a las 18:00h.
[14] FERREIRA GULAR. Bom Marinheiro. Revista Veja, Columna
Arte.
[15] LHOTE, ANDRÉ. Tratado
del Paisaje. Editorial Poseidon, Segunda Edición:
Buenos Aires, 1948.